Con imágenes ultrarrealistas capturadas por fotogrametría, movimiento libre e interacciones intuitivas, KOBOLD se presenta como una experiencia VR a escala de habitación tan única como aterradora.
Esta experiencia transmediática va acompañada de un cortometraje que se puede ver antes de adentrarse en la realidad virtual. El corto sirve como introducción al mundo y a los personajes, y cuenta el trasfondo del niño desaparecido y su familia.
Según el director de AnotherWorld VR, Max Sacker, «KOBOLD busca traspasar los límites de lo que es posible en RV. Escaneamos ubicaciones reales para el mundo, y capturamos los personajes con fotogrametría y captura de movimientos. Pusimos especial atención en crear un diseño atmosférico y una narrativa convincente y experimental inspirada en la mitología pagana y la sensación claustrofóbica de la Alemania del Este de los años 70».
Después, el jugador se pone un casco de RV y se sumerge en la historia: aparece en la villa abandonada, recoge pistas, resuelve un misterio y entra en un oscuro inframundo mitológico inspirado en el folclore europeo y la mitología pagana.
Para que la transición del cine a la RV fuera lo más envolvente posible, escanearon meticulosamente la villa entera (una zona real en Brandeburgo, Alemania) y sus alrededores usando fotogrametría. También escanearon en 3D a los actores, que cobraron vida en RV gracias a la captura de movimientos y a tecnología avanzada de captura facial.
Los gráficos triple A, el diseño de nivel, la jugabilidad cautivadora y la interactividad intuitiva se diseñaron desde cero para Oculus Rift y HTC Vive.
Aspectos técnicos
La base técnica de KOBOLD se apoya en tres avances tecnológicos clave que han abierto la puerta a estudios independientes de producción en VR y creadores de contenido. Esto les permite alcanzar el nivel de realismo cinematográfico necesario para desarrollar experiencias inmersivas e impactantes:
Fotogrametría
Los entornos y personajes de KOBOLD se digitalizaron en modelos 3D mediante un proceso llamado fotogrametría, que consiste en fotografiar meticulosamente entornos, objetos y actores reales desde muchos ángulos distintos. Una vez hecho esto, las fotografías se importaron a un software especializado en fotogrametría, donde se pueden convertir en modelos 3D ultrarrealistas, texturizados y muy detallados, que sirvieron de base para el diseño de entornos o la animación de personajes.
El equipo utilizó RealityScan por su imbatible velocidad y la alta calidad de sus resultados, así como por su capacidad para procesar una gran cantidad de fotografías y convertirlas rápidamente en recursos 3D listos para usarse en realidad virtual.